En este Blog quería hablar sin tapujos y lo voy a hacer. Fijaos por dónde, que hasta os voy a contar "experiencias chechuales".
En el caso de hoy, toca una frustrada (la mencionada en la anterior entrada)
El jueves, en la "fiesta de ..." en esa provincia de Extremadura (para qué andar con rodeos ya), no sé cómo, acabé liándome con un chaval al que no conocía de nada (compañero de piso del novio de una amiga de mi anfitriona)
El tema iba "light" hasta que el tío se encendió y las manecitas empezaron a rondar de un lado para otro. Y claro, como era de suponer, "bajaron al pilón". Cuál fue mi sorpresa al notar que el pobre chico no tenía ni puñetera idea de amasar el pastel. Hablando en plata, ni estimulaba el clítoris (qué gran amigo, jaja) ni la vagina, se quedaba en una zona intermedia que ni fú ni fá...
Si de por sí no me ponía el chaval (aquí me replanteo por qué me fui a liar con él) con eso ya perdió todo el "erotismo". No sabía si sentir pena por el chiquete o miedo porque me hiciera un destrozo ahí abajo, así que le corté el rollo suave y delicadamente con educadas palabras y volvimos con la gentecilla.
Que me llame ca-lien-ta-po-llas, pero yo no podía seguir liándome con alguien que no me ponía lo más mínimo (punto a favor de mi lado "bollo")
Menos mal que luego me fui con buen sabor de boca de Cáceres... ¡en la próxima entrega, más detalles de mi vida privada! Jaja...
En el caso de hoy, toca una frustrada (la mencionada en la anterior entrada)
El jueves, en la "fiesta de ..." en esa provincia de Extremadura (para qué andar con rodeos ya), no sé cómo, acabé liándome con un chaval al que no conocía de nada (compañero de piso del novio de una amiga de mi anfitriona)
El tema iba "light" hasta que el tío se encendió y las manecitas empezaron a rondar de un lado para otro. Y claro, como era de suponer, "bajaron al pilón". Cuál fue mi sorpresa al notar que el pobre chico no tenía ni puñetera idea de amasar el pastel. Hablando en plata, ni estimulaba el clítoris (qué gran amigo, jaja) ni la vagina, se quedaba en una zona intermedia que ni fú ni fá...
Si de por sí no me ponía el chaval (aquí me replanteo por qué me fui a liar con él) con eso ya perdió todo el "erotismo". No sabía si sentir pena por el chiquete o miedo porque me hiciera un destrozo ahí abajo, así que le corté el rollo suave y delicadamente con educadas palabras y volvimos con la gentecilla.
Que me llame ca-lien-ta-po-llas, pero yo no podía seguir liándome con alguien que no me ponía lo más mínimo (punto a favor de mi lado "bollo")
Menos mal que luego me fui con buen sabor de boca de Cáceres... ¡en la próxima entrega, más detalles de mi vida privada! Jaja...
